Muchas veces no llegamos a comprender la grandiosidad que se encierra en un acto de sencillez, porque buscamos lo grande en lo complicado, buscamos la grandiosidad de las cosas en la dificultad de las mismas.
Es cierto, querida Flor. Jesús nos dijo que para entrar en su cielo, debíamos hacernos como niños de nuevo. Los niños son sencillos y directos. No tienen complicaciones. Aspiremos a ello, con la gracia del Señor. Un fuerte abrazo, linda
Una de las formas de iniciar nuestro corazón a la sencillez, creo yo, es por medio del ayuno y la oración. Por medio de la purificación comenzamos a tener una mejor visión y nuestro corazón comienza a comprender y a percatarse de las cosas eternas. Se comienza a vivir aún más en una vida de candor, puesto que la sencillez es pureza.
Hay pequeños detalles en los que esta presente el amor, incluso en un gesto de atención, en una palabra o en el simple acto de escuchar lo que el otro nos quiere compartir. Abrazos.
Es cierto, querida Flor. Jesús nos dijo que para entrar en su cielo, debíamos hacernos como niños de nuevo. Los niños son sencillos y directos. No tienen complicaciones. Aspiremos a ello, con la gracia del Señor. Un fuerte abrazo, linda
ResponderEliminarUna de las formas de iniciar nuestro corazón a la sencillez, creo yo, es por medio del ayuno y la oración. Por medio de la purificación comenzamos a tener una mejor visión y nuestro corazón comienza a comprender y a percatarse de las cosas eternas. Se comienza a vivir aún más en una vida de candor, puesto que la sencillez es pureza.
ResponderEliminarDios me la conceda.
Muchas gracias, hermana. Santo día y un abrazo.
Muy cierto lo que dices , tenemos que practicar más la sencillez, no hay nada mejor y más agradable que las cosas sencillas de la vida.Besicos
ResponderEliminarLlegar a este conocimiento requiere ese Silencio que hablabas en otras entradas, son aromas y fragancias de esa Flor. Abrazos fraternos.
ResponderEliminarHay pequeños detalles en los que esta presente el amor, incluso en un gesto de atención, en una palabra o en el simple acto de escuchar lo que el otro nos quiere compartir.
ResponderEliminarAbrazos.