El tiempo de Adviento que hoy de nuevo comenzamos nos restituye el horizonte de la esperanza, una esperanza que no desilusiona porque está fundada sobre la palabra de Dios. ¡Una esperanza que no desilusiona simplemente porque el Señor nunca desilusiona. Él es fiel y Él nunca desilusiona! Pensemos y sintamos esta belleza.
La esperanza que sostiene y alimenta el alma, Él es el amor fiel que nos da vida, gracias por esta profunda reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar
Los Cristianos tenemos que ser aquellos que devuelvan la esperanza a este mundo sin esperanza.
ResponderEliminarLa salvación de Cristo no es un simple hecho histórico, se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable; gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente. Aunque este presente sea duro de llevar, porque Cristo es la meta y lo justifica todo. ¡Vigilemos este adviento al lado de nuestro AMADO!
Que tenga un santo y feliz caminar hacia navidad, querida hermana. Muy unidas en la oración. Un abrazo
Ven, Ven, Ven, Ven a nuestras almas, Divino niño Jesús.
ResponderEliminarAbrazos y muchas bendiciones.
La primera vela está encendida y falta ya menos para que se produzca su llegada....ahora es tiempo de preparación ,ante esa nueva venida a nuestras vidas.
ResponderEliminarBesos
Si, hermana, una Esperanza activa, vigilante, expectante...Con María le esperamos
ResponderEliminarpara que renueve nuestro interior, nuestra entrega absoluta a El. ¡Gracias! Hoy día
de nuestra Madre Inmaculada, aprendemos de Ella la forma de entregarse...¡Aquí está
la esclava del Señor! Hágase.!!
Un abrazo fraterno.