DESIERTO

En el desierto la oración se simplifica mucho: descubres que orar es ser simplemente tú, ante Él. Porque nada ni nadie te condiciona, te limitarás a estar, en la transparencia de tu realidad ante Dios, al que buscas porque lo añoras, con un amor cada vez más fuerte. Y aprendes a vivir con un amor confiado, abandonado, en medio del desierto, y sumergido en el mar del Amor… consumido por su agua.  

        Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor;

Comentarios

  1. Hay que pasar por el desierto para poder alcanzar la auténtica Navidad.Besicos

    ResponderEliminar
  2. Eres un oasis de espiritualidad.

    Abrazo grande!

    ResponderEliminar
  3. Hay que buscar la soledad para orar y escuchar esa voz interior que te habla y el ruido impide escuchar.

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Ser ante Aquel que nos ha dado el Ser...

    Luz&Tiempo

    Isaac

    ResponderEliminar

Publicar un comentario